Día 5: Bajos del Toro
- amigasenruta
- 9 feb 2023
- 4 Min. de lectura
Nos despertamos temprano para ir a explorar una zona de Costa Rica que no es tan visitada como las otras: Bajos del Toro.
En esta zona hay multitud de rutas para hacer, quizás, la más conocida sea la Catarata del Toro. Al ir en domingo, la Catarata del Toro estaba cerrada y decidimos visitar las Cascadas Pozo Azul, ¡increíbles!

Cascadas Pozo Azul
Horario: 7-17h
Entrada: 4000 colones
(si quieres también el almuerzo 4000 colones más)
Parking: Gratuito con la entrada.
Cuando estéis en la zona de Bajos del Toro iréis viendo la cantidad de actividades que hay para hacer. En la carretera, os iréis encontrando con los diferentes desvíos que os llevan a las diferentes fincas. En nuestro caso, cogimos el desvío a las Cascadas Pozo Azul y aún nos quedaba un tramo de camino sin asfaltar ¡con unos baches importantes! Al llegar, aparcamos y nos dirigimos hacia la soda de la finca. Se nota que no es un lugar tan explotado. Básicamente, nos encontramos con locales.
En la soda es donde pagas la entrada y avisas de si vas a querer almuerzo o no. En el caso de querer almuerzo te dan a elegir entre casado de pollo, pescado o con huevo. Se trata de una finca en la que está permitido el baño, además, hay una cascada con un tobogán ¡muy divertido! Con todo preparado, ¡empezamos a explorar la zona!
Empezamos la ruta viendo la catarata más grande de la finca: la Catarata de Nieve y Paz. Después de pocos minutos andando en medio del bosque, te encuentras con un pequeño río que se puede cruzar de una manera un tanto peculiar. ¿Sabéis cómo?

Es una especie de cesta que vas moviendo con ayuda de las cuerdas. Fue una experiencia muy guay. ¿Alguna vez habéis cruzado un río así? Obviamente, también puedes cruzarlo caminando entre las piedras que sobresalen.
Una vez cruzas el río, llegas a un mirador que ¡te dejará sin aliento! Y no estoy exagerando. Desde arriba, puedes ver la magnitud que tiene la Catarata de Nieve y Paz ¡espectacular! Además, te puedes hacer una idea de lo difícil que será la bajada. Las personas que se estaban bañando en sus aguas parecían hormigas.

Los mosquitos estaban especialmente molestos ese día, así que nos pusimos repelente y seguimos nuestro camino. Como ya habíamos imaginado, la bajada era ¡muy complicada! Muchísimas escaleras de piedra resbaladizas con una importante bajada. Una vez abajo, la cosa no mejora. Para llegar a la parte de la cascada que te puedes bañar, debes ir por un camino muy resbaladizo. ¡Pero todo esto merece la pena! Las vistas son ¡inmejorables! ¡Es la catarata que más nos impactó de todo el viaje!
Dedicamos unas horas a explorar la zona, hacernos fotos, bañarnos en sus gélidas aguas y hablar con gente local. Por unos momentos, el día se torció y empezó a llover. Decidimos empezar la subida, antes de que la lluvia apretara más y… ¡lo hizo! Suerte de nuestra capelina, os recomendamos llevarla en la mochila si venís a Costa Rica. Cuando llegamos arriba, ya no llovía. Aprovechamos para hacernos fotos en unas estructuras muy chulas con unas vistas espectaculares.
Después, decidimos explorar la otra zona de la finca que tiene cuatro pozas de agua y tres cataratas. Aprovechamos para disfrutar del baño en algunas de sus pozas y nos fuimos a comer. La comida estaba ¡riquísima!
Además, en la finca, tienen zona de juego para niños, piscina, área de camping, ¡lo tienen todo!
Después de comer, pusimos rumbo al que sería nuestro alojamiento para esa noche: Horquetas River Lodge. Elegimos este lugar para estar cerca de nuestro próximo destino: Tortuguero. Os explicamos nuestra experiencia:

Para llegar a él, debes entrar a una finca cuya puerta suele estar cerrada. Si avisas de tu llegada, te abrirán para que puedas entrar sin problemas. Una vez entras, conduces 5 minutos hasta llegar a una pequeña casa donde vive la gente que cuida del alojamiento. Al llegar, nos estaban esperando y Lucía, una chica que nos hizo la estancia muy agradable, se subió al coche para guiarnos hasta el edificio donde estaba nuestra habitación. Conducimos unos 10 minutos más por camino de tierra antes de llegar. Se trata de una caseta con dos habitaciones dobles, dos baños privados y cocina compartida. Esa noche solo estábamos nosotros. Al principio, nos pareció una idea genial pero cuando se hizo de noche y al abrir la puerta de la habitación no se veía ni una pequeña luz, no nos hizo tanta.
La estancia fue genial y Lucía es una persona súper amable que nos recomendó lugares para cenar, nos preparó un desayuno delicioso y nos enseñó la cantidad de monos que se pasean por allí a la vez que nos explicaba curiosidades sobre ellos. Aun así, creo que es un alojamiento ideal para ir en grupo o para aquellas personas más valientes.
La habitación doble con desayuno incluido nos costó 49€.
Para cenar, fuimos a Salchi’s. Este restaurante está a tan solo cinco minutos de la finca y tiene un ambiente y una comida ¡ideal! Además sus precios ¡están genial! Nosotros pedimos arroz con camarones, camarones empanados y dos imperiales, todo por 16€.

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