top of page
Buscar

Día 11: Parque Nacional Marino Ballena

  • Foto del escritor: amigasenruta
    amigasenruta
  • 9 feb 2023
  • 4 Min. de lectura

Nos esperaba un día largo. Como ya explicamos en la preparación del viaje, nosotros creamos nuestra ruta según lo que queríamos. Nuestra intención era poder acabar el viaje en la zona de playas, Puerto Viejo y Manuel Antonio, para ser más precisos. Eso hizo que uno de los días tuviéramos que hacer 8 horas de trayecto para llegar a la otra punta de Costa Rica. ¡Y ese día era hoy!


No os voy a mentir, el camino no se hizo nada largo. Las espectaculares vistas de las carreteras de Costa Rica te hacen disfrutar hasta de 8 horas de coche. Eso sí… después de ver lo increíble que es este país y ver todo lo que ofrece, organizaría la ruta de manera diferente para poder aprovechar al máximo todos los días.


Antes de ponernos en marcha, aprovechamos para hacernos un café e ir a ver el amanecer a una zona preciosa del hotel. Detrás de la piscina hay un camino que te lleva a un pequeño puente, tras cruzarlo te topas de frente con el mar y un pequeño banco donde disfrutar de las vistas. ¡Un amanecer precioso!


De camino a la zona donde se encuentra el Parque Nacional de Marino Ballena, Uvita, pasamos por el río Tárcoles. Para quien no lo conozca, es uno de los ríos con más cocodrilos de Costa Rica pero se ha convertido en una atracción turística que no beneficia nada a estos animales. A medida que os vais acercando, veis una gran cantidad de coches y personas que se asoman por el puente. Y si todo se quedará ahí, estaría genial. Pero no es así.


Se ha convertido en una atracción turística alimentar a estos cocodrilos desde el puente. Incluso hay personas que te venden la comida allí. Y quizás pensarás, ¿y qué más da que les den de comer? Pues todo esto conlleva que los cocodrilos esperen a ser alimentados y se peleen por conseguir el alimento que cae, mutilándose entre ellos partes del cuerpo que, en muchas ocasiones, terminan con su vida. Obviamente, nosotros no paramos. Creemos que entre todos podemos hacer un turismo más responsable que no fomente este tipo de actividades.


Para llegar a la zona de Uvita, pasamos por Manuel Antonio y decidimos parar a comer. Teníamos unos cuantos restaurantes recomendados y nos decantamos por Falafel Bar. Nos pedimos dos pitas, uno de falafel y otro de kebab. Las pitas te las entregan con el ingrediente principal que has pedido y hay una zona, donde tú te puedes poner los ingredientes y salsas que quieras. La comida y dos imperiales nos costaron 20€. Si quieres variar de la comida local e probar algo diferente, ¡la comida está muy rica!


Después de comer, como aún era temprano, aprovechamos para ir a hacer el check-in a nuestro alojamiento para las próximas dos noches: Manoas. Tienen diferentes opciones de alojamiento, incluso para grupos. Nosotros lo elegimos por tener una especie de tiendas de campaña con unas vistas ¡espectaculares! La verdad es que se trata de un alojamiento increíble con una ubicación idílica. Los chicos que lo llevan son súper amables y se encargarán de que tu estancia sea lo más cómoda y agradable posible. Dos noches con desayuno nos costaron 150€. Más adelante os contaremos nuestra experiencia.



Después de ver el alojamiento, pusimos rumbo al Parque Nacional de Marino Ballena. Este nombre es debido a que cuando la marea está baja, la arena y las rocas crean la forma de la cola de una ballena. Como bien he dicho, ¡cuando la marea está baja! Nosotros fuimos a probar suerte y ¡bingo! En la entrada nos dijeron que era el mejor momento para verla. Os recomendamos que miréis como está la marea antes de visitarla o podéis ir a pasar el día y disfrutar de su playa hasta que sea visible.



Parque Nacional Marino Ballena


Horario: 7-18h

Entrada: 6$

Parking: 2000c



La verdad es que no teníamos muchas expectativas sobre este parque. Habíamos leído de mucha gente que no lo visitaba y fue ¡toda una sorpresa! El tiempo no acompañaba y no disfrutamos de la playa, pero las vistas del parque son ¡increíbles! Nos quitamos los zapatos y andamos por la arena camino a la cola de ballena. A medida que te acercas, ves claramente la forma de la cola, ¡es espectacular! Cuando andas por la cola, te queda una zona de playa a cada lado y la arena húmeda crea unos reflejos ¡preciosos!



Después de la visita al Parque Nacional Marino Ballena volvimos al hotel a disfrutar de sus instalaciones. Había empezado a llover de nuevo, así que decidimos tomarnos una cerveza en el restaurante y disfrutar de sus vistas.



Como el alojamiento estaba un poco alejado de la zona de Uvita, decidimos quedarnos a cenar en el hotel. Si te quieres quedar a cenar, debes avisar con antelación. El precio de la cena son 20$ por persona y entra un plato a elegir entre dos, un postre y una bebida. Aunque el precio es algo caro, la comida es excelente. El postre estaba ¡increíble!



Comments


bottom of page